Sobre los Registros Akáshicos

Los Registros Akáshicos son una memoria universal de la existencia, algo así como un gran Internet Cósmico que almacena todo lo acontecido desde el inicio de los tiempos y todos los conocimientos del Universo.

Los Registros representan un espacio multidimensional donde están archivadas todas las experiencias del alma, incluyendo todas las experiencias y los conocimientos de la vida actual y de las vidas pasadas y las potencialidades futuras.

Los Registros Akáshicos están formados por cada alma que ha estado y estará en el Universo, con sus respectivas encarnaciones. Para entenderlo mejor podríamos decir que son como una gran biblioteca energética multidimensional donde se recopila, almacena y resguarda la historia de la humanidad, con todos los avances de cada persona a nivel individual y de las sociedades.

Este sistema energético contiene toda la información del Alma: el sentido de su existencia, todas las potencialidades para su evolución en esta encarnación, las respuestas a las grandes preguntas y sus lecciones y aprendizajes pendientes.

El adjetivo akáshico proviene del término sánscrito Akása o Akasha, que es el éter, la energía cósmica del origen y de todo lo existente en el Universo.

En esencia, el Akasha es una finísima sustancia en la que se quedan recogidas todas las emociones sentidas, todas las acciones cometidas, todas las palabras pronunciadas, todos los pensamientos… de todas las personas a lo largo de los tiempos.

Los Registros Akáshicos conforman una base en la evolución que permite que los seres continuemos nuestra senda evolutiva, sin tener que empezar de cero en cada encarnación.
Las distintas culturas y religiones también hacen referencia a esta memoria universal: el Libro de la Vida en la Biblia, la Tabla Eterna en el Islam, las Tablas de Thoth en Egipto, el Banco Psi para los Mayas, así como los semitas, hebreos, fenicios y también los babilonios. Muchas de las antiguas civilizaciones hablan en sus escritos de los registros del libro de la vida, como las antiguas tabletas celestiales, con la historia de la humanidad a través de los tiempos, incluyendo los pasos espirituales para contribuir al crecimiento del planeta.

El Akasha en sí mismo contiene todos los elementos y al mismo tiempo se encuentra fuera de las limitaciones del espacio-tiempo. Es un conocimiento no tangible que tiene que ver con todo lo que fue, es y será, al que se puede acceder a través de la mente y de la dimensión espiritual.


Las acciones y pensamientos de la evolución personal de las almas, el inconsciente colectivo y la evolución global del Universo son parte de estos registros donde las almas aprenden y crean relacionándose con todo lo ha existido, existe, o existirá.

El Akasha es una matriz cósmica omnipresente que subyace bajo todas las cosas y de la que surgen todas las cosas, permanece oculta hasta que se convierte en las cosas que vemos. Ésta es la realidad fundamental del Universo.

Se puede imaginar como una gran biblioteca en la que cada libro representa un alma. Cada una de sus hojas es una encarnación, o un capítulo de una vida, una vivencia… y en su conjunto, todos los libros constituyen una basta consciencia cósmica colectiva, una gran memoria universal.

Gracias a la conexión con nuestros Registros Akáshicos podemos aprovechar la sabiduría del Universo para acceder a la información que necesitamos para desplegar nuestro verdadero potencial, sanar bloqueos y creencias limitantes, desplegar nuestros dones y talentos, llegar a una consciencia plena, activar nuestra maestría personal… y, en definitiva, vivir esta encarnación en nuestro máximo potencial.

Los Registros Akáshicos en el marco de las enseñanzas de la Teosofía, son memorias de naturaleza  energética de todas las manifestaciones del universo.

El termino hace referencia al espacio inmaterial donde se almacenan las experiencias de un individuo en la actualidad. La lectura de registros akáshicos es uno de los sistemas que permiten acceder a estas memorias con el propósito de sanar o de liberar el karma.  Esta técnica se pueden sustentar en teorías tales como la del Inconsciente Colectivo de Carl Jung o de la Reducción Orquestada de Roger Penrose y Stuart Hameroff en el contexto de la Física Cuántica.

El termino "akáshico" es un neologismo derivado del quinto elemento hindú akasha , que signfica "éter", espacio o cielo. Se usó por primera vez en 1895 por la periodista y escritora británica Annie Besant, miembro de la Sociedad Teosófica creada por Helena Blavatsky. En la década de los '20, el medium Edgar Cayce realizaba lecturas de vida, en las que respondía preguntas de consultantes recibiendo información del más allá, mientras se hallaba en estado hipnótico. 

Años más tarde escuelas de Terapias Complementarias comenzaron a formar a alumnos en métodos de canalización, desarrollando esto en un método terapéutico.

La lectura es un sistema de autoconocimiento que consiste en obtener información de las estructuras del inconsciente para sí suavizar los efectos de los traumas o conflictos que se manifiestan en la vida anímica de forma perjudicial.